El pasado 28 de abril, el Grupo Vasco del Club de Roma organizó la conferencia-debate «Prospectiva del Siglo XXI: Megatendencias, amenazas estratégicas y construcción de futuros», a cargo de Héctor Casanueva, vicepresidente del Foro Académico Permanente América Latina, el Caribe y la Unión Europea (FAP ALC-UE) y exembajador de Chile, e Ibon Zugasti, director general de Prospektiker.
Este encuentro se basó en la presentación del libro «Prospectiva del Siglo XXI, entender las mega-tendencias y la nueva globalización, para construir futuros desde la Prospectiva Estratégica», del que son coautores cinco académicos de España, Chile y Argentina, entre ellos los dos ponentes de este evento. El libro ha sido prologado por el premio Nobel de la Paz y expresidente de Costa Rica, Óscar Arias.
La primera parte de la conferencia corrió a cargo de Héctor Casanueva, quien aludió al informe del Club de Roma “Los límites del crecimiento” como “una voz de alerta temprana”, que se ha visto confirmada cuando el sistema internacional, tardíamente, ha reconocido la realidad del cambio climático.
Hoy podemos confirmar la realidad de lo que avisaba el informe, todas las proyecciones que se hacen desde instituciones, universidades, think tanks…, marcan un horizonte de 2050, similar al del Club de Roma.
20 años después del informe, en 1992, se hablaba ya de un compromiso con las futuras generaciones, que es exactamente lo que plantea hoy el secretario general de las Naciones Unidas sobre el compromiso intergeneracional.
Por otro lado, la segunda conclusión del informe dice “es posible alterar las tendencias de crecimiento y establecer unas condiciones de estabilidad económicas y ecológicas capaces de ser sostenidas en el futuro. El estado del equilibrio global puede ser diseñado de tal forma que las necesidades materiales básicas de cada persona sobre la Tierra sean satisfechas, y cada persona, mujer u hombre, tenga igualdad de oportunidades para realizar su potencial humano individual”. Un planteamiento completamente visionario. Estas palabras podrían pronunciarse hoy en la asamblea de la ONU y sonarían muy actuales, casi como una novedad.
El informe fue criticado también, y una de las criticas fue la del Grupo de Bariloche, aunque finalmente han terminado convergiendo en lo sustantivo del informe, que tiene que ver con la sostenibilidad del desarrollo.
Predecir diversos escenarios futuros
Del mismo modo que el informe del Club de Roma se basó en datos duros, no en especulaciones ni ideas preconcebidas, sino en datos reales, en el Millenium Project -un think tank en el que participan ambos ponentes- trabajan así también, con datos y su análisis, pero también usando una disciplina que es la prospectiva estratégica, que sustancialmente, a partir del estudio del pasado y el presente, y las micro y megatendencias, hace una predicción de futuro de diversos escenarios, agregando una capacidad de anticipación donde la imaginación tiene mucho que ver. Esto permite crear escenarios que no sean una proyección lineal, teniendo en cuenta los llamados “elefantes grises” (guerras, pandemias…) que rompen cualquier proyección lineal.
4.000 personas trabajan en este proyecto en el mundo, conectados online, transmitiéndose las vivencias, ideas, experiencias… y a partir de ahí, generando informes del estado de futuro.
La prospectiva estratégica se inicia con una finalidad relacionada con la defensa y la seguridad, pero ha ido evolucionando hacia una prospectiva estratégica abierta. Esto está relacionado con la autonomía estratégica abierta.
En segundo lugar, mencionar las megatendencias. Si uno las investiga puede encontrar informes del foro económico mundial, la OCDE, la UE… que recogen estas megatendencias, de las que destacan algunas como los avances tecnológicos exponenciales o los cambios demográficos.
Las cuestiones que caracterizan el Siglo XXI son: complejidad, incertidumbre, disrupción, apertura, aceleración del cambio, reducción del tamaño del mundo, multiplicidad de actores…
Los retos de la Inteligencia Artificial
Según el informe de riesgos globales del foro económico mundial los riesgos que enfrentamos son fundamentalmente medioambientales, tecnológicos, geopolíticos, sociales, la desigualdad económica y la polarización política.
Todos estos riesgos son sinérgicos y pueden llevar a una policrisis. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 aborda precisamente esto.
Uno de los desafíos más emergentes es el de la inteligencia artificial (IA). De momento estamos en un momento de IA acotada. Pero poco a poco irá derivando a una IA general. Se han identificado ya muchos riesgos asociados.
Todas estas cuestiones llevan a la constatación de riesgos estratégicos y existenciales. De hecho, muchos centros, incluida la Universidad de Cambridge, trabajan ya sobre la hipótesis de extinción de la humanidad.
No es que la humanidad haya permanecido impasible. Siempre ha habido grupos como el caso del Club de Roma, científicos, actores diversos cuyo mensaje ha ido permeando. De ahí han surgido por ejemplo los ODS y otros acuerdos internacionales.
En este sentido, el secretario general de la ONU ha puesto la gobernanza anticipatoria y la prospectiva estratégica como un eje de su gestión.
Existen organizaciones mundiales como la OMS, UNESCO, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial… cada una en su ámbito. Pero de desarrollo científico y tecnológico no hay un acuerdo internacional similar. Y ya sabemos que la autorregulación nunca es suficiente.
Ante esta panorámica, la respuesta es muy simple, pero no se aplica. Hay una falta de gobernanza anticipatoria.
Las respuestas son: 1) un adecuado análisis de las micro y megatendencias internas y globales; 2) Poner en el centro de las políticas públicas la prospectiva estratégica; 3) La creación de escenarios orientativos de futuros posibles y deseados; 4) Situar las decisiones del presente en una lógica de gobernanza anticipatoria; 5) Una alianza de múltiples actores, públicos y privados, en los ámbitos internos y globales.
Identificar “lo que no sabemos que no sabemos”
Tras la intervención de Héctor Casanueva, tomó la palabra Ibon Zugasti que destacó que en Millenium Project son netamente optimistas. Hablan de riesgos y amenazas y consideran los riesgos, pero también valoran las oportunidades vinculadas a la tecnología y el desarrollo científico.
En el libro que se presentaba en este encuentro se profundiza más en lo que es la prospectiva estratégica. Cada vez se hay más interés por el futuro y los futuros.
Este libro intenta diferenciar entre calidad y cantidad, no siempre que se habla de futuro se habla de prospectiva. La prospectiva nos tiene que ayudar a identificar lo que no sabemos que no sabemos.
La prospectiva estratégica parte de la humildad. Los prospectivistas insisten a los gobiernos de la gobernanza anticipatoria ante los problemas complejos. Y para eso son necesarias soluciones complejas. Ahí la prospectiva estrategia nos orienta en la definición de escenarios alternativos para llegar a entender qué puede ocurrir.
Respecto a la Inteligencia Artificial y su impacto en el futuro del trabajo, Zugasti recuerda que en todas las revoluciones industriales se ha creado más empleo de lo que se ha destruido. Pero ciertamente, esta revolución tecnológica puede ser un poco diferente.
Lo que vemos ahora es una combinación de tecnologías que pueden hacer este cambio algo distinto. Y entre ellas, la IA tiene un papel protagonista. Los mejores expertos en IA no saben cuál va a ser realmente su evolución. Conocemos la IA estrecha, en la que los humanos le decimos a la tecnología qué es lo que tiene que hacer. La IA general, sería el siguiente paso, en el que la IA alcanza una capacidad equivalente a la de los seres humanos. Pero realmente no sabemos cuándo va a ocurrir esto.
Millenium Project lanzó una investigación específica sobre IA, con el objetivo de entender cuál va a ser su gobernanza. Nos tenemos que concentrar en la gobernanza de ese proceso de paso de la IA estrecha a la IA general. Es algo similar a lo que paso con la creación de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
Habría que empezar a pensar en crear una agencia internacional de IA. Es un ejemplo claro de por qué necesitamos la prospectiva estratégica.
La prospectiva estratégica, cada vez más presente
En casos de problemas complejos y con mucha incertidumbre es necesaria la Prospectiva Estratégica.
El Covid ha sido fundamental para abrir los ojos sobre lo que puede llegar a ocurrir y para entender que la prospectiva estratégica tiene que estar insertada en la planificación a nivel global.
Destaca el ejemplo de Finlandia como principal referencia mundial en el ámbito de la prospectiva estratégica, que en 70 u 80 años ha pasado a ser uno de los países más ricos y desarrollados del mundo.
También los Emiratos Árabes Unidos han hecho una apuesta muy importante, creando instituciones de prospectiva para aplicarla a sus políticas públicas e incluso han anunciado la creación de la organización mundial de prospectiva, con sede en Dubai.
La OCDE también tiene un grupo de prospectiva, y los países también están trabajando en ello en mayor o menor medida. En Euskadi hemos tenido también experiencias. Ahora tendríamos que plantearnos cuál es nuestro proyecto de futuro, cuál es nuestro papel en el mundo.
Tener preocupaciones por el futuro y aplicar la prospectiva de forma institucionalizada y sistemática se nota en el desempeño a largo plazo, como se ve en los países que lo hacen.
Ibon Zugasti cerró su ponencia poniendo el ejemplo de España para evidenciar la necesidad de que los países apuesten por la prospectiva estratégica. La economía española en 1992 era la 7º del mundo, en 2022 es la 16ª, ha perdido 7 puestos en 30 años. Ninguna economía entre las mayores del mundo ha perdido tanto en tan poco tiempo. Hay que pensar en la capacidad de estrategia y hay que planificar de otra manera.
A continuación están disponibles los vídeos, tanto de la conferencia como del debate posterior
Sobre los ponentes
Héctor Casanueva es Máster en Comunidades Europeas por la Universidad Politécnica de Madrid (CEYDE), es actualmente profesor e investigador en relaciones euro-latinoamericanas y de historia y prospectiva del Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos (IELAT) de la Universidad de Alcalá. Profesor invitado de la Universidad Nacional de Estudios Políticos de Rumanía, del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile y de la Universidad Miguel de Cervantes. Miembro del Planning Committee de The Millennium Project Global Futures Studies & Research. Cofundador y actual Vicepresidente del Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia, es también Vicepresidente del Foro Académico Permanente América Latina, el Caribe y la Unión Europea. Ha sido embajador de Chile en Ginebra ante la OMC y otros organismos económicos multilaterales (2014-2018) y en Montevideo ante la ALADI y el MERCOSUR (2000-2005). Ex profesor de la Academia Diplomática de Chile. Autor de libros y artículos académicos de su especialidad, escribe habitualmente en los diarios chilenos Estrategia y El Mostrador y en la Revista América Economía.
Ibon Zugasti es Licenciado en Gestión y Administración de empresas y Master en Administración y Gestión de Empresas. Director de PROSPEKTIKER – Instituto Europeo de Prospectiva y Estrategia, Presidente del Nodo español y miembro del Comité de Dirección del Proyecto Millennium, Associate Fellow de la Academia Mundial de Arte y Ciencia y Director Adjunto de la Red Iberoamericana de Prospectiva (RIBER). Desde 1999 ha dirigido numerosos proyectos sobre planificación estratégica y prospectiva. Ha participado también en la elaboración de diversos estudios sectoriales y planes estratégicos empresariales (Telefónica, Repsol, Ulma, Eroski, Mondragón Corporación, Iberdrola, Guggenheim, Feria de Valencia), así como en proyectos prospectivo-estratégicos en el ámbito del sector público a nivel internacional. Ha participado en el diseño y puesta en marcha de observatorios y sistemas de vigilancia estratégica de diversas organizaciones (Iberdrola, Ihobe, Aclima, ESLE, BBK, etc.). Ha sido asesor para la Unidad de Prospectiva del Comité de las Regiones de la UE, la Comisión Europea, el Banco Mundial y diversos gobiernos a nivel internacional (EEUU, Uruguay, Colombia, Chile…)..