El pasado 19 de enero, el Grupo Vasco del Club de Roma celebró una nueva conferencia-debate con la intervención de Mikel Ocio, arquitecto y urbanista.
Bajo el título “Una propuesta de futuro con un singular proceso de participación ciudadana. El Plan de Ordenación Urbana de Bilbao (2022-2032)”, el encuentro se centró en la exposición proceso de participación ciudadana desarrollado por el Ayuntamiento de Bilbao, dentro del proceso de redacción del nuevo Plan de Ordenación Urbana de la ciudad, aprobado en 2022, como estrategia para conseguir una mayor implicación de la ciudadanía, al mismo tiempo que una mayor credibilidad en los objetivos urbanísticos que deben formar parte de los ejes de futuro que deben orientar las estrategias de la ciudad para los próximos 15 años.
Como explicó Mikel Ocio, la participación ciudadana necesita herramientas, dar importancia a la información y disponer de canales bidireccionales.
En este sentido, en el Ayuntamiento de Bilbao existen 4cuatro órganos:
- Consejo cívico. De carácter consultivo y plural, se reúne dos veces al año y recoge opiniones de diferentes sectores de la sociedad.
- Consejo asesor. De carácter consultivo y deliberante, garantiza la participación vecinal en materia urbanística.
- Consejos de distrito. Facilitan la participación vecinal y en ellos se exponen los intereses que afectan más directamente a la población.
- Foros y consejos sectoriales. Son espacios de debate y deliberación sobre temáticas concretas que ayudan a generar una visión estratégica.
En la mayoría de los casos, los participantes pertenecen a lo que denominó “ciudadanía asociada”, es decir, aquellas personas integradas en asociaciones y organizaciones de diversa índole
En cuanto al marco legal de la participación en el urbanismo, esta se rige por la Ley vasca del suelo 2006 y ley estatal del suelo 2008. La primera incorpora dos aportaciones importantes para la participación ciudadana:
El programa de participación ciudadana en el planeamiento, que acompaña el inicio de los trabajos de planificación urbana.
El consejo asesor de planeamiento (ya mencionado). Este órgano elabora documentos de análisis que pueden contener propuestas o alternativas no vinculantes. Está formado por representantes de los grupos políticos municipales y por asociaciones vecinales, sociales, económicas y medioambientales. Aun así, este sistema adolece de algunas debilidades, como un déficit de representación territorial o la falta de transversalidad.
En los que respecta a los objetivos de participación en el PGOU, estos pasan obviamente por incorporar la participación ciudadana con vistas a enriquecer el proceso, además de prevenir conflictos, reforzar la transparencia y cumplir la ley.
No obstante, Mikel Ocio insistió en que la participación no se entiende como un referéndum, sino como un debate abierto, es un proceso de información y escucha.
Y el proceso plantea también ciertas dificultades, como la forma de incorporar a los agentes y la ciudadanía, o el momento del procedimiento en el que hacerlo.
En cuanto al modelo de participación, Bilbao optó por un modelo mixto que tiene en cuenta a los diferentes actores de la ciudad, pero abre también la puerta a la ciudadanía no asociada, todo ello en un marco deliberativo apoyado en una plataforma digital que permite establecer un debate online a través de foros web.
Con todos estos elementos, el desarrollo del proceso fue largo, de 10 meses, e incluyó una edición específica del boletín informativo Info Bilbao -del que se editaron y buzonearon 145.000 ejemplares-, una página web propia, 8 puntos de información, una exposición final, una memoria explicativa en lenguaje asequible, 8 videos sobre las propuestas más relevantes y un plano por cada distrito.
Se incorporó también a la gente joven con Gazte Talk -un foro existente del área de Juventud del Ayuntamiento-, grupos universitarios y grupos escolares.
Para exponer el resultado de todo este proceso, Mikel Ocio ofreció algunos datos que dan cuenta de su alcance:
- 125 actividades
- 102 reuniones presenciales
- 559 participantes
- 000 visitas a web
- 000 mensajes en Facebook y 450.000 en Twitter
- 000 visionados de los videos
Todo ello dio como resultado casi 1.800 aportaciones: 1.250 sobre cuestiones que no eran competencia del plan y 549 propias del avance.
Las sugerencias contenidas entre los temas que no eran competencia del plan se reenviaron a las administraciones competentes.
De las 549 aportaciones se recogieron 176, otras 323 quedaron en estudio y 50 fueron desestimadas.
Hubo también 4 procesos de participación específicos con la ciudadanía directamente afectada.
Se traté, en definitiva, del proceso participativo más ambicioso, no solo de Bilbao, sino de toda la CAV, en materia de urbanismo. Las principales conclusiones de los responsables del mismo fueron:
- Cumplimiento satisfactorio de los objetivos.
- Valoración positiva de los participantes.
- Actitud dialogante de los participantes.
- Agradecimiento de los participantes, que han podido conocer mejor la ciudad.
Así, se considera que con todo este proceso de participación ciudadana se dio credibilidad al plan, y se acepta el modelo como formula para otros proyectos de especial relevancia en la ciudad.
A continuación están disponibles tanto la presentación usada por el ponente durante la conferencia, como los vídeos de la misma y del debate posterior.
Mikel Ocio es Arquitecto Superior, especializado en Urbanismo, por la Escuela de Arquitectura de Barcelona. A lo largo de su carrera profesional ha desempeñado diversos cargos directivos tanto en la esfera pública como la privada. Formó parte (primero como técnico y luego como Director) de la Oficina de Planificación Urbana del Ayuntamiento de Bilbao (1988-1995) que se ocupó de la redacción, hasta su aprobación definitiva, del Plan de Ordenación Urbana de 1995, así como de la puesta en marcha del desarrollo urbanístico de las actuaciones de transformación de Ametzola y de Abandoibarra, de cuya gestión se ocuparía posteriormente Bilbao Ría 2000. Desde el año 2015, se hace cargo de la Dirección de la Oficina de Planificación Urbana de Bilbao responsable de la revisión del plan anterior, así como de su puesta al día, con la perspectiva orientada a los objetivos que Bilbao debe plantearse para los próximos 15 años. Como parte del proceso de redacción del nuevo Plan (aprobado definitivamente en 2022), se llevó a cabo un singular proceso de participación ciudadana, sin parangón en el ámbito de la Comunidad Autónoma.