El pasado 11 de abril, el Grupo Vasco del Club de Roma celebró una conferencia-debate titulada “La electricidad en el marco de la transición energética”, con la participación de Alex Artetxe, presidente del grupo Arteche, y Javier Ormazabal, presidente de Velatia.

El encuentro comenzó con una breve presentación de las empresas por parte de los ponentes, seguida de una explicación sobre el funcionamiento del sistema eléctrico actual, cada vez más sostenible, pero también más complejo.

Javier Ormazabal definió la transición energética como un proceso que busca mantener los beneficios de la disponibilidad energética actual, sin empeorar —e incluso mejorando— el entorno. Para lograrlo, es fundamental avanzar en la descarbonización.

Según explicó, este reto puede abordarse desde tres frentes:

  1. Ahorro energético, como medida más evidente.
  2. Mejora del sistema eléctrico, haciéndolo más eficiente.
  3. Cambio de vector energético, sustituyendo el consumo de combustibles fósiles por energía eléctrica.

Cada uno de estos elementos implica acciones aún pendientes, que requieren inversiones significativas y cuyos efectos deben ser cuidadosamente gestionados. Por ello, el proceso debe desarrollarse a un ritmo sostenible, tanto económica como socialmente.

Neutralidad tecnológica

La Unión Europea ha establecido objetivos ambiciosos para avanzar en la transición energética. No obstante, es fundamental mantener una postura de neutralidad tecnológica: reducir las emisiones mediante distintas tecnologías, eligiendo según sus costes, su grado de desarrollo y las condiciones locales. No existe una única solución. Además, es clave comunicar a la ciudadanía que esta transformación tiene un coste, aunque Europa esté liderando e impulsando este cambio a nivel global.

En cualquier caso, la transición energética es imparable, y el cambio de vector energético desempeña un papel central en este proceso.

En este contexto, Alex Artetxe compartió algunos datos reveladores sobre el papel de la electricidad: actualmente, solo el 20% de la energía consumida a nivel mundial es eléctrica, y de esta, únicamente el 50% proviene de fuentes renovables. En España, del total de la energía consumida, apenas el 12% es de origen renovable.

Mientras tanto, la demanda energética sigue creciendo —por ejemplo, con el auge de los centros de datos—, lo que obliga a avanzar con urgencia en la descarbonización. Sin embargo, aumentar del 20% al 30% el consumo eléctrico representa un salto considerable para el que los sistemas eléctricos aún no están preparados. Las redes de distribución y transporte, tanto en España como en otros países, no están diseñadas para absorber este incremento. En Euskadi, por ejemplo, existe un déficit de generación renovable, lo que impide abastecer completamente la demanda eléctrica industrial.

Inversiones necesarias y potencial en Euskadi

En definitiva, la electricidad desempeña un papel clave en la transición energética, pero requiere importantes inversiones, no solo en generación, redes y distribución, sino también en el ámbito del usuario final. El sector se enfrenta, por tanto, a numerosos desafíos.

A pesar de ello, en los últimos años se han logrado avances significativos en eficiencia energética —como en el aislamiento de viviendas o la mejora de procesos industriales—.

Euskadi cuenta con un ecosistema especialmente favorable para este sector: una compañía eléctrica tractora en innovación, un sólido tejido empresarial muy interconectado y un entorno difícil de igualar a nivel internacional. Esto convierte a Euskadi en un referente europeo en el ámbito eléctrico y en un sector especialmente atractivo para la captación de talento.

La empresa familiar en el sector eléctrico

Ambos ponentes destacaron que el sector eléctrico, por su naturaleza a largo plazo, se alinea muy bien con la visión de las empresas familiares, como las que ellos lideran. Esta visión a largo plazo ofrece mayor seguridad a los clientes, aunque también supone el reto de garantizar la continuidad futura y la responsabilidad asumida.

La continuidad de las empresas familiares, subrayaron, depende de tres factores clave: la sostenibilidad del proyecto, el compromiso con el mismo y la pasión y cariño por lo que se hace.

Alex Artetxe es el presidente y CEO de Grupo Arteche, referente internacional en el sector eléctrico cuyos productos operan en más de 175 países y cuya clave es dominar la tecnología y potenciar el conocimiento y el desarrollo de las personas dentro de un proyecto sostenible, atractivo y responsable con la sociedad y el planeta.

Ingeniero eléctrico y con un Máster de Control de Procesos e Ingeniería de Sistemas, con experiencia previa en otras empresas y sectores, lleva más de 25 años en el grupo familiar Arteche, del que representa a la tercera generación, y cuenta con un conocimiento profundo del sector eléctrico.

En su trayectoria en el Grupo Arteche, Alex ha liderado aspectos tan importantes como el desarrollo y el crecimiento internacional del Grupo en América y Asia, y la ampliación de porfolio de producto y soluciones, el impulso de la innovación tecnológica en el grupo y recientemente el salto a BME Growht, llevando a Arteche a otro nivel como empresa cotizada.

Alex Artetxe está implicado personalmente en llevar el “Proyecto Arteche” a otro nivel, apostando por un Grupo con propósito, como es el de asegurar el acceso universal a una energía limpia, eficiente y de calidad, en el que la sostenibilidad y la innovación son aspectos clave en la estrategia actual y de futuro.

Javier Ormazabal Echevarria estudió Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad del País Vasco, que completó con estudios en la London Business School y en el IESE Business School.

Desarrolla su carrera profesional en el grupo familiar Velatia. Tras 3 años de experiencia en diferentes departamentos, cogió las riendas de la empresa y lideró su expansión internacional. Posteriormente, manteniendo su posición de CEO de la compañía, gestionó personalmente la dirección de mercado, hasta que en 2012 se convirtió en presidente.

Es también presidente de Orgalim (Federación de las industrias tecnológicas europeas); miembro fundador de Aefame, la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi, donde ostentó el cargo de presidente durante 4 años (2015-2019), y forma parte de la Junta Directiva del Círculo de Empresarios Vascos, de la que fue su presidente (2018-2021).

Participa igualmente en los órganos de gobierno de empresas y organizaciones de reconocido prestigio, como el Consejo Asesor Regional Norte de BBVA, la Fundación Novia Salcedo, la Fundación Alejandro Echevarría y el Consejo Asesor de El Enebro.

Ocupó también la presidencia de Tecnalia Research anda Innovation durante 6 años, y fue miembro del Consejo Asesor de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad, de la Junta Directiva del Clúster de la Energía y de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM).